El castillo de Cerralbo fue construido en el siglo XIV por Esteban Pacheco, I señor de Cerralbo, natural de Ciudad Rodrigo, con una doble función: de ostentación —para celebrar o dar cuenta del señorío que le concedió el rey de Castilla, Enrique II de Trastámara «el de las mercedes»— y defensiva, en tanto se hacía necesaria una red de plazas fronterizas que vigilasen la raya hispano-lusa, todavía en consolidación. Bajo el reinado de Carlos V el señorío de Cerralbo se transformará en marquesado, siendo el I marqués de Cerralbo Rodrigo Pacheco. El castillo no desempeñará un papel verdaderamente relevante hasta la guerra de independencia portuguesa (1640-1668), donde jugó un notable papel en la defensa del campo del Camaces y del Abadengo. En este contexto, el castillo fue incendiado por las tropas portuguesas al mando de Xaque de Magalhaes en 1664. El fin de la guerra y el traslado de los marqueses de Cerralbo a Madrid ponen inicio al abandono y la ruina de la fortaleza.
La torre del Homenaje aún se mantenía en pie en el último tercio del siglo XIX (1865). Era muy alta, de planta cuadrada, con una ventana grande coronada por un escudo similar al de la iglesia de los franciscanos. Fue derribada para construir el muro del corralón de un convento, hoy en ruinas. La plaza tenía dos recintos: uno exterior, rectangular y reforzado con cubos de cal y canto —recubiertos de sillería y complementados con saeteras— en sus ángulos; y otro interior, de planta similar y una torre pentagonal, la del Homenaje, en el centro. El principal material constructivo es la mampostería con rezurzos de sillería. El cubo mejor conservado es el llamado torreón de la Yedra. La puerta principal del recinto, hoy desaparecida, estaba flanqueada por dos cubos. En la actualidad el castillo se encuentra semienterrado y sólo se conserva en pie un muro y el inicio de dos cubos.
BIC
2009– A finales de año los restos del castillo fueron adquiridos por el ayuntamiento de Cerralbo con la intención de llevar a cabo un proyecto de puesta en valor y musealización con el apoyo de las instituciones provinciales y regionales. En este contexto se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas que pusieron de relieve la potencialidad de lugar. El proyecto para recuperar el castillo fue incluido en el Programa de Desarrollo Rural Sostenible 2010-2014 promovido por el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Castilla y León. Sin embargo, con la llegada de la crisis económica, el proceso se ha paralizado.
Abandonado y en ruina progresiva.